Buenaventura, 4 de marzo de 2013.- La pobreza sea convertido en un arma de doble filo para la vida de muchos bonaverenses, para algunos jóvenes el robo, asesinar, ser proxenetas o comercializar droga, son algunas de las formas más rápidas y fáciles de obtener dinero.
Sin embargo, la carrera es corta, porque algunos pierden la vida en el intento o terminan en entre rejas. El 70% de las personas que se encuentran privadas de la libertad en la cárcel del Distrito Especial de Buenaventura, son jóvenes que se encuentran entre los 18 y 30 años.
En
aras de realizar un aporte a la formación de los reclusos en su proceso
de resocialización, el Centro
Náutico Pesquero del SENA (CNP), en alianza estratégica con el INPEC, aúna
esfuerzos para brindar una nueva forma de vida a toda la población carcelaria
del Puerto. Un primer grupo de 120 reclusos recibirá formación complementaria con duración promedio entre
las 40 y 90 horas, en las áreas de Panadería, Lombricultura, Mercadeo y
Piscicultura. Para poner en práctica lo aprendido, la penitenciaría tiene
habilitada a su interior un área de cocina y un estanque para la
piscicultura.
Carlos Ferney Portocarrero, va ser uno de los beneficiados del convenio SENA-INPEC. Con voz de aliento y entusiasmado cuenta su historia de vida. “Nací el 25 de noviembre de 1978, a las 9 p.m. tengo dos hijos, soy pedagogo, a mis 16 años comencé a escribir poesía, cuento, verso, comedias y me encanta el teatro”.
Con
una sonrisa en los labios, Carlos, afirma: “por estar en la hora
equivocada y en el lugar equivocado, a mis 18 años estaba en una fiesta y se
presentó una riña y una persona termino muerta. Seguí mi vida de
forma tranquila porque no cometí ningún delito”.
En
los años 2002 al 2004 este ciudadano colombiano se dedicaba a realizar trabajos
sociales en instituciones como: Bienestar Familiar, Policía Nacional (grupo de
jóvenes), Colegio Comercial Británico en el Nariño, entre otros.
En
el año 2010 fue privado de la libertad y se encuentra sindicado de
homicidio. Desde el centro penitenciario con pocas herramientas de trabajo se
dedica a formar a sus compañeros como carpinteros. “Enseñar carpintería, se ha
convertido en una forma de pasar el tiempo, de decirles a mis compañeros
hay esperanza para continuar. Con los recursos que obtengo con las ventas de
las camas, portarretratos, cocinas integrales e infinidades de artículos
domésticos; he logrado ayudar al sustento de mi familia y por su puesto
el mío”.
Ferney,
es un hombre multifacético, además de ser Carpintero, tiene conocimiento en
Panadería y Artesanía; todas estas labores las realiza de forma empírica. Es
una persona con visión, colaboradora y comprometida con las causas sociales.
Así lo hace saber, “voy a donar 15 bastones al Centro de Ancianos de
Buenaventura, pero espero encontrar ayuda de la ciudadanía para aumentar estar
la donación”.
¿Para
ti qué es el SENA?
“Una
de las polémicas que se está dando en el momento, es la privatización del SENA
y me dolería que lo llegaran a privatizar. Porque las personas vulnerables, los
desplazados no tendríamos la oportunidad de recibir formación de calidad.
Pues no contamos con los recursos suficientes para acceder a una Universidad.
Además, he visto a muchos de mis compañeros, que la formación que han recibido
en el SENA les ha permitido irse a trabajar al exterior”.
¿Cómo
haces para enseñarle a tus compañeros el trabajo de la madera?
“En
la cárcel, el respecto se logra por medio de la violencia y el
yugo, pero para mí opera de la siguiente forma: si te trato con amor con
habilidad, te doy regalos, tú vas a ver que te estoy tratando con
respecto, entonces me miraras como una persona que te valora y te tiene
aprecio. Es de esta forma como me he ganado la confianza de mis
compañeros”.
Portocarrero,
ve al SENA como una de la institución con reconocimiento nacional e
internacional.
Carlos Ferney, espera encontrar en el SENA una alternativa
para certificarse como Ebanista y así seguir cambiando su futuro económico y
laboral.
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